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PEDRO RAMIREZ VAZQUEZ


 

 El día de ayer, 16 de Abril de 2013, falleció a los 94 años de edad Pedro Ramírez Vázquez conocido arquitecto y urbanista del siglo XX, nacido en México el 16 de Abril de 1919, se gradúa como arquitecto en la Escuela Nacional de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México en 1943


Entre sus obras más importantes destacan el estadio Azteca, el Museo Nacional de Antropología, la nueva basílica de Guadalupe, la torre corporativa de la Compañía Mexicana de Aviación, la sede del Congreso de la Unión en San Lázaro, la torre de Relaciones Exteriores de Tlatelolco, el estadio Cuauhtémoc de Puebla, el Museo de Arte Moderno, el Museo de la Negritud en Senegal, además del edificio sede del Comité Olímpico Internacional (COI), en Lausana, Suiza. Entre sus obras también se encuentran templos, oficinas, museos, pabellones en diversos países, escuelas, universidades, mercados y hospitales, así como centros de asistencia y de convenciones. Obtuvo el Premio Nacional de Bellas Artes en 1973 y numerosos galardones y distinciones.











También diseñó la Escuela Nacional de Medicina de la UNAM. Fue el creador del sistema para construcción de la escuela rural y se han edificado miles de escuelas mexicanas con este sistema y en el extranjero, por ejemplo, la UNICEF adoptó este sistema constructivo.

El llamado “arquitecto de la Modernidad”, tuvo una trayectoria pública destacada; fue miembro del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República, presidente del comité organizador de los XIX Juegos Olímpicos de México 68, ahí colaboró en el diseño de la imagen gráfica de la gesta, como el póster y el emblema; fue el primer rector y fundador de la Universidad Autónoma Metropolitana donde logró que las ciencias y artes para el diseño alcanzaran el estatus académico en una institución universitaria; también se desempeñó como Secretario de Asentamientos Humanos y Obras Públicas en el sexenio de José López Portillo

En su trayectoria dentro del diseño gráfico, creó los logotipos de Televisa, de la embajada de Japón en México.

Sus actividades académicas las inició en 1942 e impartió cátedra de proyectos de composición arquitectónica y urbanismo en la Escuela Nacional de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México. Fue embestido como doctor honoris causa por varias universidades como la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad de Colima.

Pierre Vago define al arquitecto, en el prólogo del libro Pedro Ramírez Vázquez: un arquitecto mexicano (editado por Karl Krämer Verlag Stuttgart, 1979): “No sólo me parece como un artista que sabe que para la belleza que crea debe, en primer lugar, saber el resultado de la satisfacción de las necesidades materiales, pero también espirituales; del respeto de un programa, de un presupuesto, del uso razonado de los medios y de las posibilidades técnicas, materiales, de estructuras y de la economía en el sentido más noble de la palabra.

“Esta conciencia profunda –escribió Vago– de la función social y humana del arquitecto del siglo XX, lo ha llevado a orientarse menos hacia la búsqueda de lo que aún se llama ‘clientela privada’, como bancos, promotores que persiguen sobre todo el beneficio, el rendimiento, etcétera, pero orientándose sí, hacia el servicio de la colectividad bajo las formas más diversas: edificios culturales y educativos, urbanismo, arreglos de espacio, planificación, enseñanza.”

Sirva esta modesta reseña a manera de homenaje por parte del Comité Científico de Arquitectura del Siglo XX de ICOMOS mexicano al Arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, Descanse en Paz.

Parte de la información presentada en esta nota se tomó de los siguientes enlaces:


viernes

9º ENCUENTRO DEL COMITÉ CIENTÍFICO DE ARQUITECTURA DEL SIGLO XX DE ICOMOS MEXICO

Nuestro encuentro anual se realizará este año del 6 al 8 de Junio en el Centro Histórico de la ciudad de México, participarán autoridades de los tres niveles de gobierno, las universidades más importantes de la Ciudad y el Colegio de Arquitectos. 



En breve publicaremos el programa, esperamos contar con tu valiosa asistencia.

Demolición parcial del Mercado de la Merced




Para este momento, los trabajos de demolición están suspendidos. Estamos en coordinación con la Dirección de Arquitectura de Bellas Artes. Se ha solicitado un expediente a la Delegación Venustiano Carranza, el comité científico de siglo XX está preparado por si se necesita su coadyuvancia.


Dr. Enrique X. de Anda Alanís.

Coordinador del Comité Científico de Arquitectura del Siglo XX
ICOMOS mexicano.

En cuanto el Jefe de Gobierno del Distrito Federal dio a conocer la decisión de demoler la parte del mercado afectado por el incendio acaecido semanas atrás nuestro comité, en coordinación con la Presidencia nacional de ICOMOS mexicano, emitió una carta solicitando se detuvieran los procesos de demolición toda vez que el mercado posee valores artísticos,  históricos y arquitectónicos.

El conjunto fue proyectado por el Arq. Enrique del Moral y actualmente es un hito urbano de la ciudad de México, ya forma parte del imaginario colectivo de los capitalinos, razón por la cual debe ser preservado, a continuación presentamos la carta enviada al Dr. Miguel Angel Mancera Espinosa solicitando se suspendan los trabajos de demolición:



                                                          Reseña Mercado de la Merced.




Llegado el proyecto modernizador de los regímenes priistas de mediados de siglo, se toma la decisión de reglamentar las prácticas comerciales ejercidas en el principal centro de abastecimiento de alimentos de la Ciudad de México: el Mercado de la Merced. Lo anterior se hace bajo las importantes medidas sanitarias y  de ordenamiento implícitas en los ideales modernizadores propios de la época. De esta manera podemos observar cómo es que se pasa del comercio informal y los puestos improvisados a los locales comerciales ubicados dentro de simétricos, amplios y lineales pasillos, dentro de los cuales no sólo se pretendía mantener limpia y fresca la mercancía ofertada, sino encuadrar y clasificar a la misma, así se llega a separaciones tales como: la zona de descargas, la zona de basura, la zona de verduras, la zona de carnes, etc. La importante labor de proyectar el nuevo mercado de la Merced (1956-1957), corrió a cargo de los connotados arquitectos Enrique del Moral (1906-1987) y Félix Candela  (1910-1997) quienes lograron erigir al Mercado de la Merced como “el modelo” de mercado funcional, mismo que habrían de imitar los cientos de mercados citadinos que se construirían como parte  de los proyectos de urbunanización y modernización del México de mediados del siglo XX. Así pues el “nuevo” Mercado de la Merced fue inaugurado el 23 de septiembre de 1957 y con ello se pusieron en marcha los sueños de reglamentación e incorporación de las prácticas mexicanas más cotidianas a la lógica del primer mundo.
 




Por demás interesante resulta el observar que a más de cincuenta años de la puesta en marcha del proyecto del mercado de del Moral y de Candela, los sueños de modernidad y modernización, fracasaron en su intento de ordenamiento, funcionalidad e incorporación de los mercados mexicanos al primer mundo. Ello no sólo se evidencia en el hecho de que ante el enorme crecimiento que tuvo la Ciudad de México (explosión demográfica y un importante fenómeno migratorio) las naves de la Merced se volvieron insuficientes para albergar al principal centro de abastos de alimentos de nuestra megalópolis, ello se evidencia en la construcción de la Central de Abastos de la Ciudad de México (inaugurada en 1982).
 
Hoy el mercado de la Merced no sólo constituye un paradigma en lo que respecta a los modelos de mercados del siglo XX, ni tampoco es únicamente un inmueble proyectado por dos de los arquitectos que revolucionaron el quehacer de su profesión a nivel nacional e internacional; sino que más allá de lo anteriormente enunciado, el Mercado de la merced constituye un testigo mudo del optimista proyecto modernizador del gobierno priista de mediados de siglo, del fin de ese sueño, pero sobretodo de los ejercicios de apropiación y sobrevivencia que llevan a cabo día con día los habitantes de la Ciudad de México, encarnados en sus locatarios, compradores, vecinos y demás curiosos que diariamente frecuentan sus calles y pasillos.
 
Algo que debemos de destacar de la anteriormente reseñada historia del mercado de la merced es su inegable conexión con la historia del proyecto modernizador llevado a cabo en México y América Latina, mismo que tras su eminente fracaso a finales de los años setenta y principios de los ochenta del siglo pasado aún presenta interesantes vestigios materiales que van de Ciudades enteras como Brasilia hasta microcosmos como el Mercado de la Merced. Ahora, en plena era global, lo interesante de observar en éstas estructuras derivadas del sueño modernizador es el modo en que ellas sobreviven al tiempo que son habitadas por personajes que nunca lograron ser modernos en el sentido más occidentalmente posible.
 
Karen García Quintero.